Test de concepto. Prioriza las innovaciones con mayor potencial

Test de concepto | Concept testing | Teste de conceito
Ignasi Fernández 12m de lectura

El test de concepto es uno de los estudios de mercado más frecuentes en procesos de innovación. Su objetivo es cribar y priorizar diferentes ideas en estadios tempranos de los procesos de innovación para centrar el esfuerzo en I+D en los conceptos que tienen mayor potencial. Crear tests de concepto es muy sencillo, son estudios ágiles y rápidos y pueden marcar la diferencia para hacer que la innovación sea más eficiente y más exitosa. Por eso muchas marcas de todos los sectores los usan como una ayuda fundamental para asegurar el éxito de sus procesos de innovación.

¿Qué es un concepto?

En este contexto, un concepto es una descripción de un nuevo producto o servicio que se está valorando lanzar al mercado.

Un buen concepto suele incluir información sobre

  • El problema que resuelve. La necesidad que se desea cubrir con el nuevo producto.
  • La descripción del producto: Una explicación muy sintética de lo que es el producto
  • La propuesta de valor. Los beneficios clave que el producto o servicio ofrece al consumidor.
  • Los puntos de diferenciación.  Las características que hacen único o mejor al concepto frente a las alternativas existentes.

Esta descripción debe ser objetiva y estar expresada de forma clara y sencilla para que cualquiera pueda entenderlo sin ser experto. Debe ser muy sintética, neutra y debe evitar la jerga y el lenguaje publicitario. Si facilita la comprensión por parte de los consumidores, pueden incluirse imágenes o bocetos que refuercen la descripción.

Dependiendo de la madurez de la categoría o del carácter disruptivo del concepto, se requerirá un mayor grado de información para que el consumidor pueda comprender lo que hace al producto atractivo y distinto, pero en cualquier caso, el concepto no debe pasar de unas pocas líneas de texto.

¿Qué es un test de concepto?

Ahora que ya sabemos lo que es un concepto, podemos imaginar lo que es un test de concepto. Es un estudio de mercado que presenta a los consumidores uno o varios conceptos para que los evalúen. Recoger la opinión de los consumidores tiene tres utilidades principales para las marcas.

  • Validar o descartar conceptos. Recogiendo la opinion de los consumidores se puede anticipar si un nuevo producto tiene posibilidades de éxito, o si por el contrario, tiene todos los números de ser un fiasco. Esta función de «semáforo» evita que se pueda invertir dinero y esfuerzos en desarrollar productos de bajo potencial. No sólo sería una perdida de recursos, sino que además podría resultar en una pérdida de credibilidad y de competitividad frente a otras marcas que sí sepan acertar en sus lanzamientos.
  • Priorizar conceptos. En ocasiones se presentan varios conceptos para reducir su número y quedarnos con una «lista corta» que explorar en mayor profundidad antes de tomar decisiones más definitivas.
  • Mejorar conceptos. Los tests de concepto permiten recoger información sobre lo que los consumidores más valoran y lo que cambiarían, lo que permite mejorar el producto antes de lanzarlo.

Un test de concepto es un estudio de mercado muy común, sencillo, rápido y que tiene una gran utilidad en relación con su coste. Es uno de los ejemplos mas claros en los que una pequeña inversión en investigación puede evitar pérdidas muy importantes para las marcas. Lanzar innovaciones sin apoyo de la investigación es una apuesta de alto riesgo.

Tipos de tests de concepto

A la hora de hacer un test de concepto, hay varias metodologías que se pueden emplear y cada una tiene sus ventajas e inconvenientes.

Test de concepto monádico

Si tu presupuesto te lo permite, este es el mejor test de concepto que puedes hacer.

En un test de concepto monádico, se presenta un solo concepto a cada participante, quien debe evaluarlo de forma aislada. Así se obtiene una evaluación imparcial del concepto sin estar influido por otros conceptos que se le hayan presentado previamente. De esa forma se evita que se produzcan sesgos no deseados. Además, como cada consumidor sólo valora uno, el cuestionario puede ser un poco más extenso para recoger una mayor riqueza de detalles que ayuden a perfeccionar el concepto. Además, es fácil de definir y fácil de responder para los entrevistados, por lo que suele ser el preferido por todos. Sólo tiene inconveniente, si tienes varios conceptos que testar, y es el coste. Con tests de concepto monádicos, necesitarás tantas muestras como conceptos, lo que hace que el coste se eleve rápidamente a la que vas añadiendo conceptos. Por eso, si tienes que testar varios conceptos, puedes preferir una de las siguientes opciones.

Test de concepto comparativo

Los tests de concepto comparativos se usan frecuentemente en estadios iniciales del proceso, cuando se desean evaluar muchos conceptos y hay limitaciones presupuestarias. Con un test de concepto comparativo se puede hacer una primera criba de conceptos fácilmente antes de evaluar los finalistas con mayor profundidad usando tests monádicos.

En este test, se presentan varios conceptos a los participantes, quienes los comparan y seleccionan su favorito o los clasifican en orden de preferencia. Los detractores del test comparativo argumentan que con esta metodología el consumidor evalúa cada concepto en comparación con los otros, lo que no pasará en la realidad. La marca no lanzará todos los productos, así que en ausencia de algunas opciones, posiblemente el consumidor variaría sus percepciones y sus preferencias.

Test de concepto monádico secuencial

Si tienes que testar un número limitado de conceptos y tienes un presupuesto ajustado, puedes usar un test de concepto monádico secuencial.

Este tipo de test de concepto está a medio camino entre el monádico y el comparativo. En él se presentan varios conceptos a cada participante, pero de forma independiente, así que en cada momento el consumidor valora un sólo concepto aislado de otras opciones. Si se desea, al final del cuestionario, puede pedirse que comparen los conceptos para obtener un ranking. Con esta metodología no se necesita tanta muestra como se requeriría para hacer un conjunto de tests de concepto monádicos, y resulta más eficiente en costes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que también introduce un sesgo, ya que cuando se evalúan conceptos uno detrás de otro, la valoración que se haya hecho de los primeros influirá sobre la opinión de los siguientes.

Hay que tener también en cuenta que si el número es elevado, no se podrá pedir a todos los participantes que evalúen todos los conceptos en profundidad – eso haría demasiado largo el cuestionario – por lo que se necesitaría dividir la muestra total en segmentos para que cada grupo de consumidores evalúe unos pocos. En la práctica, eso hace más complicado el estudio, por lo que se desaconseja si quieres evaluar más de cuatro o cinco conceptos.

Crea tu test de concepto paso a paso

Como hemos dicho anteriormente, un test de concepto es un estudio muy frecuente y fácil de diseñar. Es posible que tu organización haya hecho tests de concepto habitualmente. Si es así, puede ser una buena idea partir de esos modelos, ya que podrás comparar los resultados con tus estudios anteriores. Si no tienes, no te preocupes. Aquí te dejamos una guía para crear tu test de concepto paso a paso.

Define los conceptos

Deberás crear tantos conceptos como quieras evaluar. Recuerda que cuando describíamos lo que es un concepto te contábamos que debe ser redactado en el lenguaje del consumidor, de forma muy sucinta. A veces hay tentaciones de enriquecerlos con lenguaje vendedor. Se inflexible con los stakeholders de tu organización para que el lenguaje sea claro y neutro, ya que eso influirá en la calidad de los resultados.

Decide el tipo de test

Escoge un test de concepto monádico siempre que tengas que evaluar un sólo concepto. Usa el comparativo si estás en un estadio inicial y tienes muchos conceptos. Y el monádico secuencial sólo si tienes pocos conceptos y un presupuesto ajustado.

Selecciona tu muestra

La muestra debe formar parte de tu público objetivo, al que tu te dirijas con tu lanzamiento. Si vas a contar con muestra de un panel de consumidores, es posible que puedas acceder a compradores de la categoría que hayan sido ya identificados previamente. Si no, deberás incluir las preguntas de filtro necesarias para cribar a integrantes de tu público objetivo.

Diseña tu cuestionario de test de concepto

En We are testers, podemos ayudarte a definir el cuestionario en base a tus necesidades. Si quieres hacer el cuestionario tú mismo, aquí hay una lista de puntos que diferentes investigadores suelen incluir en sus tests de concepto:

  • Comprensión del concepto: ¿En qué medida entendiste el concepto? ¿Qué crees que hace?
  • Atractivo general: ¿En qué medida te parece atractivo? ¿Qué es lo que más te gusta de él? ¿Qué es lo que menos?
  • Necesidad o relevancia: ¿Crees que este producto o servicio resuelve algún problema o cubre una necesidad? ¿Qué relevancia tiene este concepto para ti personalmente? ¿Consideras que este producto sería útil en tu vida diaria? ¿Por qué?
  • Diferenciación: ¿Crees que este producto es diferente de otros productos similares en el mercado? ¿Qué hace que este producto sea único o mejor que otras opciones? ¿Hay algo que lo haga destacar frente a la competencia?
  • Credibilidad. ¿En qué medida crees que este producto será capaz de cumplir lo que promete? ¿Por qué? ¿Por qué no?
  • Intención de compra; ¿En qué medida comprarías este producto o servicio si estuviera disponible?
  • Precio: ¿Pagarías por él? ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por este producto o servicio?
  • Percepción de marca: ¿Este concepto encaja con la imagen que tienes de la marca que lo ofrece? ¿Te parece que la marca sería adecuada para ofrecer este producto o servicio?
  • Frecuencia de uso: Si este producto estuviera disponible, ¿con qué frecuencia lo usarías? ¿En qué situaciones?
  • Emoción o conexión emocional: ¿Este concepto despierta alguna emoción o sentimiento particular en ti? ¿Te sientes identificado con la propuesta de este producto?
  • Opinión general y sugerencias ¿Qué cambiarías en el concepto para hacerlo más atractivo? ¿Qué añadirías o quitarías al producto o servicio para mejorar su propuesta? ¿Qué dudas o preocupaciones tienes sobre este concepto?

Una vez hayas creado el cuestionario que se adapta a tus objetivos, valídalo y pruébalo con algunas personas. Cuando estés convencido, lanza el estudio.

Analiza tus resultados

Tras algunas horas de campo (días si tu público objetivo tiene baja incidencia) podrás acceder a los resultados del test y comprobar la aceptación de tus conceptos. ¡Ha llegado la hora de compartir los resultados con las personas adecuadas y tomar decisiones!

Otros estudios de mercado para asegurar el éxito de la innovación

El test de concepto es un estudio fundamental dentro del proceso de innovación, pero no es el único. Antes de lanzar un producto al mercado se han de tomar muchas decisiones y muchas de ellas pueden apoyarse en la investigación para asegurar los pasos y aumentar las posibilidades de éxito. Estos son otros estudios que se suelen emplear en un proceso de innovación:

  • Test de producto. Una vez el concepto ha sido validado y se ha probado su potencial con un test de concepto, hay que desarrollar el producto. ¿Pero cómo sabemos que el producto final refleja fielmente el concepto? ¿En qué medida convence a los consumidores para que lo compren? ¿Qué opinan tras la prueba? Todas estas cuestiones pueden validarse mediante un test de producto en el que uno o varios prototipos se someten a la prueba del consumidor.
  • Test de envase. La presentación del producto en la tienda es clave para conseguir que el consumidor escoja el producto. ¿Puede el consumidor identificar la marca? ¿Qué aspectos del envase atraen su atención? ¿Qué sensaciones le transmite? Todas estas cuestiones pueden responderse realizando un test de envase.
  • Test de precio. ¿A qué precio estaría dispuesto el consumidor a comprar el producto? ¿Cuál es el precio óptimo para maximizar los ingresos y el margen? Un test de precio dará todas las respuestas.

Llevar a cabo la investigación más adecuada en cada momento aumentará mucho las posibilidades de éxito del lanzamiento y el retorno que se obtenga. Todos estos estudios pueden contratarse uno a uno conforme se vaya avanzando en el proceso, o puede contratarse un plan de créditos, generalmente más barato al contratar mayor volumen.

Tests de concepto con We are testers

Realizar tus tests de concepto con We are testers es fácil y cómodo. Tenemos experiencia en evaluar conceptos de todo tipo de productos y servicios y te apoyamos tanto como necesites. Si quieres, puedes crear el estudio tú mismo sobre nuestra plataforma de investigación, o dejar que nuestro equipo de expertos en investigación se encargue de todo. También podemos proporcionarte la muestra a través del panel de 130.000 individuos que ponemos a tu disposición. En algunos casos, ni siquiera requerirás introducir preguntas de filtro, ya que tenemos multitud de datos recogidos para ir directamente a escoger personas tu público objetivo. Y recuerda que en la plataforma podemos programar todo tipo de tests, así que podemos acompañarte a lo largo de tu proceso de innovación y asegurar el éxito de los pasos que des.

Contacta con nuestros expertos para conocer todos los detalles y empieza a lanzar productos con mayor éxito hoy mismo.

Fecha de actualización 10 septiembre, 2024

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